Querido Hijo(a):
¿Sabes que te amo y te adoro?
Que intento ser una buena madre y/o padre, aunque a veces no lo logro.
Que intento no gritarte, pero en muchas ocasiones lo hago.
Que intento no pegarte, pero te pego.
Que intento abrazarte, pero en verdad soy arisca.
Que intento jugar contigo, pero a veces no sé cómo.
Que intento tenerte paciencia, pero no la tengo.
Que intento que te duermas, pero a veces me desespero.
Que intento no enojarme, pero a veces exploto.
Que intento no estar irritable, pero a veces estoy sensible.
Que intento controlarme, pero no lo logro.
En verdad lo siento en lo más profundo de mi corazón.
Querido hijo (a), prometo intentarlo menos y lograrlo más para que el día de mañana goces más y sufras menos.